Los aminoácidos son la unidad estructural de las proteínas.
Son compuestos fundamentales para los seres vivos y cuando se juntan para formar proteínas estas participan en otras funciones como hormonas, precursores o intermediarios metabólicos en síntesis de neurotransmisores.
Las proteínas están involucradas en procesos celulares y de ellas dependen la mayoría de las reacciones químicas del metabolismo.
Las propiedades, estructura y función de una proteína dependen de la combinación específica de aminoácidos que la constituyen, y en cuya secuencia reside la información que determina cómo se plegará en una estructura tridimensional. Los aminoácidos difieren entre sí por las características estructurales de las cadenas que se van uniendo a sus lados, y esto va determinando la función y las propiedades que tendrá una proteína.
Hay aminoácidos que reaccionan en sustancias ácidas (con pH bajo) y otros que lo hacen en sustancias básicas (con pH alto).
Las proteínas en sí no solo participan como hormonas, para formación de masa muscular o como intermediarios en el cuerpo; resulta que las unidades de las proteínas, es decir los aminoácidos también pueden jugar otros papeles metabólicos dependiendo de la necesidad de las células de nuestro organismo. Hay aminoácidos “cetogènicos” que participan en la formación de grasa (lisina, leucina, tirosina y fenilalanina) y también hay otros que se llaman
“gluconeogènicos” y estos participan en la formación de glucosa (Alanina, cisteína, glicina, serina, triptofano).
“gluconeogènicos” y estos participan en la formación de glucosa (Alanina, cisteína, glicina, serina, triptofano).
Por lo anterior podemos ver que los aminoácidos no solo juegan un papel importante en la formación de “músculo” como se escucha frecuentemente. Todo esto depende de lo que nuestro organismo requiera en cada momento, ya que nuestro cuerpo todo el tiempo tiene reacciones compensatorias e inteligentes.
Vía @nutrifitness