Cada persona requiere distinto número de kilocalorías de acuerdo a varios factores. Es cierto que para disminuir el peso se debe disminuir el número de kilocalorías, sin embargo hay
gente que consume muy por debajo del número indispensable para bajar el peso y lejos de ayudar a su organismo sufren los estragos de no saber comer. Parecería ilógico que este remedio no funcionara.. ¿Quieres saber la verdad?
A continuación los factores reales de por qué fracasan los individuos que llevan a cabo dietas restrictivas, sin ni siquiera saber cuál es su requerimiento y cómo distribuirlo de forma sana.
Generalmente las “dietas restrictivas” se basan en quitar los hidratos de carbono porque tienen la idea de que estos son los que suben de peso, cuando en realidad TODO siendo un exceso puede aumentar el peso, incluyendo alimentos proteicos. Al quitar los hidratos de carbono y después incorporarlos después de no haberlos consumido por largo tiempo surge el famoso “rebote”. Por esto tampoco es sano hacer esto.
Cuando no cubres las kilocalorías que requiere tu organismo (aún cuando estás intentando bajar de peso), tu metabolismo sufre los siguientes estragos:
a) Depresión y cansancio
b) Dolor de cabeza muy fuerte.
Esto porque el organismo no tiene disponible glucosa, que es vital para todas las células incluyendo a las células del cerebro.
c) Estreñimiento. Como los hidratos de carbono son la fuente principal de fibra, al no haber estos, tampoco hay una correcta evacuación.
d) Disminuye la tasa metabólica. El consumo y gasto de alimentos no es equilibrado y esto
particularmente hace que el metabolismo se vuelva más lento.
e) Rebote. Clásico cuando una persona no forma hábitos saludables y deja una dieta restrictiva de largo tiempo.
3. No se alcanzan a formar hábitos saludables.
Con este tipo de dietas temporalmente se baja de peso poniendo en riesgo metabólico al organismo, sin embargo no se logra la meta de “aprender a comer de forma saludable” y por esto es que no funcionan como deberían.