Es muy fácil escuchar el clásico “voy a hacer la dieta de mi amiga” o “vi una dieta buenísima en una revista”. La realidad es que de poder hacer la misma dieta que todos los demás se puede pero ¿será lo más conveniente?.
Nosotros los nutriólogos trabajamos con ciencia, no con recetas de cocina.. Lo que a una persona puede funcionarle es probable que a otra no le funcione.
Una consulta de nutrición consta de 3 pasos fundamentales:
1. Elaborar una historia clínica nutriológica junto con el paciente.
Esto se trata de revisar patrones y hábitos alimentarios, antecedentes familiares, antecedentes personales, saber si el paciente tiene alergias o intolerancia con ciertos alimentos, etc. Todo esto es recabar información PERSONAL para posteriormente elaborar una dieta adecuada.
2. Toma de medidas.
Se toman medidas como estatura, peso corporal, % de grasa, % masa muscular y agua corporal.
Todo esto con el fin de “desglosar” por así decir el peso y conocer qué tanto de ese peso es de grasa, agua, músculo, etc y así poder fijar una meta de peso realista.
En lo personal creo que es de vital importancia llevar una bitácora de los avances que tiene el paciente para así poder saber cuántos kilos específicamente lleva perdidos de grasa, qué tanto aumentó de masa muscular, etc.
3. Un plan de alimentación.
Teniendo ya una historia clínica y las medidas ahora si podemos elaborar un plan de alimentación dirigido a una persona en particular. Es decir, si la persona pesa 60 Kg pero su peso meta es 55 Kg, el plan irá dirigido a ese peso en particular y con un % de grasa específico.
El plan de alimentación también debe ir pensado en las horas de trabajo del paciente, las horas de ejercicio que realiza al día o a la semana, los alimentos que acostumbra y los que NO acostumbra.
¿Por qué no es conveniente compartir “dietas”?
Tomando el ejemplo anterior, si una persona de 50 Kg quiere bajar de peso y sigue “la dieta de la amiga”, ¿qué creen que pase?.. Pues subirá a 55 Kg en lugar de bajar porque esa dieta no es adecuada para ella, esa dieta está pensada en la persona que pesa 60 y necesita llegar a 55, entonces no sería adecuado utilizar la misma.
Y también puede pasar que (tomando otra vez el ejemplo anterior) otra amiga pesa 80 Kg y pretende seguir la dieta de la persona que pesa 60 Kg. Esta situación es también complicada porque son muchos kilos de diferencia y no es recomendable bajar tantos kilos de golpe, además de que muy probablemente la persona de 80 Kg está consumiendo muchas más calorías de lo que debiera y al hacer una dieta dirigida a 55-60 Kg puede descompensarse y puede NO aguantar tan pocas calorías de un día a otro.
El peso debe ir dirigido a metas cortas, a metas realistas, no es bueno cortar tantas calorías de un día a otro, hay que ir haciendo cambios paulatinos.
No todos requerimos las mismas calorías, no todos pesamos lo mismo, no todos realizamos la misma cantidad de actividad física, entonces, ¿por qué tendríamos que comer lo mismo?.
Vía: @nutrifitness
Nut. Mariana Velázquez