Los pensamientos que cada quien tiene son producto de muchas cosas, incluyendo: historia personal, aprendizajes de la vida, imitación de modelos mentales de otra persona, y un sin número de etcéteras.
Observar y distinguir nuestros pensamientos limitantes nos ayudará en algún momento a cuestionarlos y en su caso cambiarlos para otros más útiles.
Ejemplo de modelos mentales limitantes para la mejora física:
“Dime en qué tiempo veré los resultados” – (“El/La prisitas”) Típico de la persona que quiere el resultado y no está dispuesta a llevar un proceso. Pareciera que el sobre peso que llevan años de construirlo fuera a desaparecer al mes.
“Dime que quemador tengo que tomar” (“El / La Pastillitas”) – Cree que una pastilla o polvo mágicamente terminará con su problema. Tampoco está dispuesto a vivir un proceso que resulta lógico llevar. El modelo mental es como el de “El prisitas”.
“Es que yo soy malo(a) para el ejercicio” — Se denota claramente su creencia respecto al tema del ejercicio. Más temprano que tarde se demostrará a sí mismo(a) que tiene razón en su planteamiento y ni pagando un servicio como gimnasio o asesoría va a funcionarle ya que de antemano no estaba dipuesto(a) a vivir el proceso de hacer ejercicio.
“Es que soy malo(a) para llevar una dieta” — Lo mismo que el rubro anterior.
“Es que no tengo tiempo” – Desde luego que todos tenemos actividades importantes en todas las áreas de nuestra vida en los temas de trabajo, familia, pareja, etcétera y una vida equilibrada sería una que de cabida al cuidado de todas las áreas de la vida, siendo la salud una de ellas. Como en los dos modelos mentales anteriores la persona ya está predispuesta a fallar.
Detrás de los anteriores modelos mentales me parece que este tipo de personas no están dispuestas a “pagar el precio” del objetivo que dicen tener o no es lo suficientemente fuerte su deseo por obtenerlo.
Carlos Velázquez
@coachdefitness
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